Atardecer en el bosque

Tras los acontecimientos sucedidos necesitaba un descanso, unas vacaciones, había oído que había atardeceres preciosos en la Colina del Ent por lo que me había encaminado a llegar a esa zona, hacia días que había llegado y estaba avanzando por el bosque. Varios árboles y alta vegetación, belleza en la naturaleza, varias luces volaban entre los árboles y una paz reinaba en el bosque, un lugar bastante relajante para estar. Yo caminaba por un pequeño sendero con mi báculo en mi espalda junto con mi mochila, respire hondo y expire, el aire era puro, hoy era un perfecto día para ir de excursión, varios rayos de luz se colaban entre las ramas de los arboles iluminando el sendero.

Aire puro, un lugar fantástico, espero que todo esté bien en mi ausencia-me dije a mi mismo buscando un lugar perfecto para comer algo, seguramente encontraría pronto un lugar despejado.

Continuaba avanzando por el sendero cuando empezaba el hambre a hacerme mella, de pronto un rugido proveniente de mi estomago espanto a unas ardillas que estaban tranquilamente sobre la rama de un árbol, tras un rato caminando observe que el sendero por fin salía del bosque para dar paso a un claro, acelere mi marcha hasta llegar al lugar despejado de arboles y la luz del sol casi me cegó. Tras unos minutos me adapte a la claridad y deje de poner mi mano delante de mi cara para protegerme de la luz, me senté sobre la hierba sin importar que la tela de mi túnica se ensuciara, deje caer mi mochila a mi lado, abrí la mochila y saque mi desayuno, un pequeño bocata. Empecé a comer mi bocata aunque el pan estaba un poco duro era comestible, tras terminar mi desayuno me deje caer sobre la hierba y coloque mis manos tras mi cabeza observando el cielo y a las criaturas volar.

La hierba del campo humedecida rosaba mi piel, el aire agitaba las ramas de los árboles creando una melodía de paz y tranquilidad, por un segundo solo podía escuchar mi respiración, mi corazón latiendo a un pulso normal, sin ninguna molestia que perturbara el transcurro de mis vacaciones, la hierba y las plantas rosaban mi piel como una caricia. En el fondo deseaba que Aira estuviera a mi lado compartiendo esta asombrosa tranquilidad, sin ella estas vacaciones tenían un sabor algo amargo, echaba de menos a mi amada esposa. Pero había venido a la Colina del Ent por un motivo y no podía desaprovechar esta oportunidad de ver esos famosos atardeceres, cerré un momento los ojos y a los pocos minutos me despertó un pequeño chillido, tras mirar a mi alrededor con las manos apoyadas en el suelo por detrás de mi espalda pude notar que me estaba moviendo.
¿No me digas que me tumbe en hierba andarina?-dije riendo mientras me levantaba y miraba como mi mochila se la estaba llevando la hierba, corrí detrás de mi mochila riendo y gritando de broma- ¡quieta mochila, ven aquí!

El tiempo pasaba, la brisa agitaba las ramas de los arboles, las hojas y la hierba, mientras tanto yo corriendo tras una mochila de cuero marrón, había que ver como corría la mochila encima de las Hierbas andarinas. Andarinas, más bien corredoras, venid aquí, esa mochila es mía-dije mientras seguía corriendo detrás de mi mochila, pero de pronto me pare en seco, no podía alcanzarlas a esta velocidad, entonces me di cuenta de algo y me di una palmada en la frente- Alby, que eres un licántropo ¿para qué corres a dos patas?

Terminado de decir esto salte transformándome en un gran lobo en el aire, observe mi mochila a unos cuantos metros de donde me encontraba yo, intentando escapar me lance a la persecución de mi mochila y esas hierbas ladronas. En unos pocos segundos me puse a su altura, embestí mi mochila tirándola de encima de las Hierbas andarinas, por fin quieta la mochila me volví a transformar en humano y recogí mi mochila poniéndomela a la espalda pero antes sacudiéndola un poco.

Esa carrera de antes me había dejado cansado y al correr aun sin calentar previamente me había dado un tirón en la pierna y ahora cojeaba un poquito, ya era por el medio día ¿Cómo matar el tiempo que me quedaba para ver el atardecer? Estaba cansado, aburrido, entonces se me paso una idea por la cabeza. Deje mi mochila a los pies de un árbol, esta vez no le quite ojo d encima a la mochila, la mantenía agarrada por un lado mientras hurgaba en su interior, de el saque un cuadro en blanco y los materiales para dibujar, cerré los ojos y respire profundamente, hacia semanas o incluso podría decir meses que no dibujaba ¿Qué podía dibujar? Tanto había sucedido que ahora no sabía por donde empezar, entonces comencé a dibujar…

Había venido a la colina del Ent para poder despejarme un poco. Subí por el camino que recorría el bosque para despejar un poco la mente y ahcer algo de ejercicio físico. ME encantaba estar rodeada de vida.
Después de un rato, salí a un claro, guiada por el camino del sendero. Cual fue mi sorpresa al ver allí a un humano. Está apoyado en un árbol, agarrando su mochila y con un cuadro delante de la cara, por lo que no puedo verle el rostro. Lo único que logro distinguir es que su pelo es negro. Dudo que sea peligroso.
ME opngo un echón de mi pelo azul detrás la la oreja y toco mi pasador un momento, antes de avanzar un par de pasos hacia aquel humano. Es extraño ver a uno en tierra élfica. Carraspeo suavemente para llamar su atención.
-Buenas-saludo, algo insegura - pensé que no habría nadie por aquí-murmuré- Es extraño ver a un humano en tierras élficas. Soy Free.-me presento.

Unos trazos sencillos de varios colores, un coloreo de una zona, una sombra, un reflejo, todo detalle que recordaba de mis aventuras pasadas estaba dibujando en el cuadro, esto me abstraía del mundo por lo que no me daba cuenta de que se me había acercado una joven elfa que parecía tener mi misma edad pero sin duda debía de tener un par de siglo o tal vez uno y medio o más. Solo me di cuenta de su presencia cuando me hablo, dirigí mis ojos de color azul a la elfa que estaba de pie delante mía, tenía el pelo azul algo bastante extraño para un elfo, ojos azules parecidos a los míos, un traje blanco.

Buenos días tenga Doncella del bosque, lamento si mi presencia en tierra de vuestra raza os haya incomodado pero me habían llegado al oído conversaciones que decían que en la Colina del Ent había atardeceres preciosos y como me tome un par de días de vacaciones decidí hacer una excursión a vuestra tierra, mi nombre es Alby Rocnus, encantado de conocerla señorita Free-dije recordando los modales y las reglas básicas de la etiqueta, había sido una de las cosas que agradecía que me hubieran enseñado.

Los ojos de aquel muchacho se posaron en mí. El chico no debía de tener más de diecisiete años, su pelo era negro, algo alborotado y algo largo. Sus ojos se parecían a los míos.
Me saludó y me explicó que había venido porque se había tomado un par de días libres y a sus oídos habían llegado conversaciones de que había maravillosos atardeceres aquí, en la Colina del Ent. Se presentó como Alby Rocnus.
-El placer es mío. Y tranquilo, no me has incomodado. Es que se me hace raro ver humanos por aquí- sonreí. Me acerqué un poco más a él y pude ver lo que estaba pintando- Es precioso.-comenté, refiriéndome al dibujo-Yo también dibujo, aunque me gusta más tocaar la faluta travesera.
Sonreí nuevamente a Alby.
-¿puedo sentarme a tu lado?- le pregunté, haciendo un gesto con la cabeza al suelo.

Ella respondió diciendo que no la había incomodado, si no que se le hacía raro ver a un humano por aquí, más raro sería ver un licántropo por aquí me dije a mi mismo con una ligera risa disimulada con una sonrisa. Se acercó para mirar el cuadro que estaba dibujando y me dijo que era precioso, ella conto que solía dibujar per o normalmente tocaba la flauta travesera, ella después pregunto si podía sentarse a mi lado, yo asentí. Si usted lo desea señorita Free, yo suelo tocar a veces la flauta de pan, aunque también suelo aullar-dije lo ultimo con un tono de broma pero era totalmente verdad.

Me quede un rato pensativo en el cuadro, ya sabía que debía dibujar, la escena del oasis cuando había realizado el hechizo que produjo unas esferas que cambiaban de tonalidad según las emociones del conjurador o a voluntad suya, empecé con una escena simple, un oasis a oscuras, un claro con un estanque en el que había una roca que se acercaba al centro del oasis, dos personajes un joven con el pelo negro y una joven con el pelo lila, juntos, dándose un beso, lo último en añadir fueron las esferas de luz que iluminaban con varios colores el cuadro.

Y pensar que una misión que al principio sonaba a aventura me junto con la que a continuación seria mi esposa-dije en voz alta sin enterarme de que lo había dicho en voz alta, la verdad es que sentía nostalgia y echaba de menos a Aira.

Me respondió que si yo quería, podía sentarme a su lado. Tabién me dijo que a veces tocaba la flauta de pan o aullaba. Me quedé extrañada por esas palabras.
-¿aullar? - repetí. Debía estar de broma, seguro.
Me senté al lado de Alby y no dejé de mirar lo que él estaba dibujando. Un oasis a ocuras, un claro con un estanque en el que había una roca y dos personajes. Un hombre de pelo negro y una joven de pelo lila, besándose. Iba a preguntar si ese muchacho era él, pero me quedé con las palabras en la boca cuando dijo que una misión que al principio sonaba a aventura le juntó con la que sería su esposa.
-¿esos sois tu esposa y tú?- dije, mirando el cuadro-Se os ve muy felices en tu cuadro-le sonreí.

La chica se había sorprendido un poco al oír lo de aullar, mientras tanto yo continuaba con el cuadro, tras observar que ella miraba el cuadro casi parecía que iba a preguntar algo pero cuando yo dije lo de mi esposa en voz alta parecía, entonces pregunto si éramos mi esposa y yo, después añadió que nos veíamos muy felices en cuadro. Pues no creo que haga más de una o dos semanas que ocurrió, veras…-dije simplemente mientras me disponía a relatar los acontecimientos sucedidos en la misión.

Como atravesamos el desierto, el ataque de las manticoras en la que mi esposa me salvo la vida, la llegada al oasis, pero cuando iba a continuar relatando algo me hizo parar, gire poco a poco mi cabeza y ahí vi que mi mochila volvía a caminar sola, las Hierbas andarinas otra vez robándome la mochila, me levante y deje el cuadro en el suelo.

Por favor señorita Free, guárdeme el cuadro mientras yo recupero mi mochila-dije mientras me dirigía a donde estaba mi mochila, me prepare para saltar y lo hice transformándome en un gran lobo negro, empecé a correr tras mi mochila con las fauces abiertas, ahora no era por la mochila era por darles una lección a esas Hierbas ladronas, de pronto salte y caí encima de mi mochila, di un gran rugido y enseñe mis colmillos a las hierbas. Cuando vi que salían espantadas di un aullido de victoria.

Entonces me di cuenta de lo que había hecho, tal vez la elfa se había asustado de mi, entonces volví a transformarme en un humano y me incline en dirección a Free pidiendo disculpas. Lo siento, pero ya es la segunda vez que intentan robarme y está claro que no aprenden-dije simplemente esperando que la elfa no saliera espantada.

Me dijo que no haría más de una o dos semanas. Si se habían enamorado y casado en ese tiempo, ha debido ser un amor a primera vista.
Me dijo que la que ahora es su esposa le había salvado de un ataque de mantícoras y que llegaron a un oasis. Pero no siguió relatando, pues giró la cabeza para ver como su mochila se alejaba de nosotros. Hierba andarina, sin duda.
Me dijo que le guardara el cuadro mientras él recuperaba su mochila y yo asentí, con una sonrisa, cogiendo el cuadro, por si a las hierbas les apetecía llevárselo también.
entonces, ante mi sorpresa, Alby se tranformó en un lobo negro.
-Pues sí que iba en serio lo de aullar- dije, mientras me arrimaba un poco más al árbol en el uqe hace poco, Alby se había apoyado. ¿quién iba a pensar que era un licántropo?
Alby saltó y cayó encima de su mochila. Entonces rugió y les enseñó los colmillos a las hierbas. Me apresuré a retroceder un poco más.
entonces Alby se volvió a transformar en un humano y se giró hacia mí pidiendo disculpas y diciéndome que era ya la segunda vez que le intentaban robar.
-La próxima vez que te transformes avisa...Me has pegado un susto de muerte-le digo.

Cuando observe de nuevo a Free vi que estaba acurrucada a los pies del árbol, agarraba el cuadro que hace unos minutos había dibujado y me había dicho que la próxima vez que me transformara, ella se había llevado un susto de muerte, entonces desde la distancia en la que yo estaba observe el árbol, no era un árbol, tenia figura humanoide, era un Ent. Pues mas susto te llevaras cuando el árbol en el que te apoyas empiece a caminar-dije un poco con risa, mientras tanto regresaba con mi mochila a buscar el cuadro que había pintado, se lo pedí amablemente a Free, observe el cielo y vi que ya empezaba a atardecer-Señorita Free ¿sabe usted dónde podría ver esos famosos atardeceres en esta colina? Como es parte de las tierras de vuestra raza supongo que podrías saberlo.

Me dijo que más susto me llevaría cuando el árbol en el que me apoyaba empezara a caminar. Ahí me quedé paralizada.
Hasta que no me pidió el cuadro, no reaccioné. Me apresuré a dárselo y a levantarme, para alejarme mucho de lo que se suponía que era un árbol.
Me preguntó que dónde podía ver los famosos atardeceres de la colina, dado que como es de mi raza, podría saberlo.
-Los mejores atardeceres se ven en la cima de la colina-respondo yo, sin quitarle la vista de encima al árbol- podemos subir si quieres.
Me senté en el suelo, dejando mi bolsa a un lado, sin recordar que era hirba andarina.
Volví a mirar a lo que me parecía un árbol, pero que Alby dijo que empezaría a caminar, y cuando me giré, ví que mi bolsa se había caído y mis pocos objetos estaban tirados. Los recogí lo más rápido que pude, pero no evité que las hierbas andarinas se empezaran a llevar mi fluta travesera.
-¡oye!-protesto, mientras me levanto para cojer mi flauta. Pero las hierbas juegan conmigo, y yo cada vez me enfado más, poruqe no me dejan que cojer mi flauta. AL final, alargué la mano y logré recuperarla.
Cogí mi bolsa y volví a guardarla.
-¿te acompaño a la cima?-le pregunto a Alby.

Free se alejo del árbol al oír el comentario que dije de este, entonces respondió a mi pregunta diciendo que los mejores atardeceres se veían en la cima de la colina, parecía que no le quita vista del árbol, yo reí un poco mientras ella me decía que si quería podíamos subir, entonces se sentó un momento en el suelo y dejo la mochila en el suelo.

A que me voy a reír un rato- pensé mientras observaba como se le caía la mochila y las Hierbas andarinas se llevaban una flauta, Free recogió sus objetos mientras veía que la flauta se la llevaban la Hierba andarina, ella dijo oye y salió corriendo tras la flauta, la Hierba parecía jugar con ella, tras recuperarla volvió junto a mí y me pregunto si me acompañaba a la cima.

Si tú quieres vale, alejémonos de este sitio antes de que la Hierba nos robe hasta los zapatos y la ropa-dije riendo un rato, cogí mi mochila y me la puse a la espalda, recogí el cuadro y los cargue con el brazo derecho apoyado contra mi cuerpo. Empecé a andar a lo que se suponía que era la cima, la subida costaba un poco pues estaba muy inclinada la colina, el sol empezaba a caer hacia la tierra para perderse de la vista para dar paso al reino de la noche, no faltaría mucho para poder ver el atardecer.

Alby me dijo que si yo quería, que sí que le podía acompañar a la cima, pero que nos fuéramos antes de que la Hierba Andarina nos robara los zapatos y la ropa. Alby cogió su mochila y su cuadro y empezó a caminar.
Yo me apresuré a colgarme la bolsa del hombro y a seguirle.
La colina estaba algo inclinada y parece que a Alby le costaba un poquitín subir. Sin embargo, yo venía más veces por aquí y estaba acostumbrada a subir. El sol empezaba a caer.
-Si no te das prisa te vas a perder el atardecer-le dije a Alby, con una sonrisa-tampoco cuesta tanto subir esto. Venga, apresúrate.-le urgí, con un suspiro. Me eché el pelo hacia atrás, poniéndomelo detrás de las orejas puntiagudas. me toqué el pasador nuevamente.
Al final, me decidí a sacar mi fluta travesera y empezar a tocar por el camino, para animar el panorama un poco.

Free subía fácilmente por la colina cuando a mi me costaba bastante subir por una zona tan inclinada y mas cargando con el cuadro que me impedía usar la mano derecha, mire a Free que me decía que me diera prisa o me quedaría sin ver el atardecer, decía que tampoco costaba tanto subir, que me apresurara, entonces por mi mente paso una idea.

Coloque el cuadro en mi mochila y me apoye en el suelo a cuatro patas, entonces me transforme en el lobo negro que era cuando me convertía en licántropo, mi mochila seguía en el mismo sitio que antes, entonces empecé a correr por la colina dando saltos agiles hasta subir del todo a la cima de la colina.

Volví a mi forma humana y me senté un poco separado del borde, ante mí se extendía un mar de arboles, veía las copas de los arboles como un mar y el color rojo alrededor del color amarillento del sol, era una cosa verdaderamente hermosa, se veía a lo lejos parte del mar.

Miré hacia atrás para ver si Alby podía subir bien. Y menos mal que lo hice.
Ví como ponía el cuadro en la mochila y se ponía a cuatro patas. Entonces se transformó en el lobo de pelaje negro que había visto antes.
Empezó a correr hacia la cima, dando saltos bastante ágiles. Cuando pasó por mi lado, me apresuré a apartarme.
Llegué a la cima un par de minutos después de que llegara Alby, el cual ya había vuelto a su forma humana y observaba el atardecer rojizo.
-Precioso ¿verdad?-comento, mientras me siento en el suelo. En esto, se me ocurre una idea.
Saco de mi bolsa mi cuaderno y mis utensilios de dibujo y me pongo a dibujar la puesta de Sol, Alby incluído.
Dibujo los árboles, la hierba, a Alby y, por último, el anaranjado sol. Faltan algunos,claro, y darle color, pero el boceto está hecho. Me dispongo a pintar mi obre.
-Me encanta este atardecer...Es muy romántico-comenté, imaginándome que, alguna vez, vendría aquí con mi pareja y, más tarde, con mis hijos.

Tras varios minutos por fin llegaba Free a la cima de la colina, ahora no era yo el que iba lento, di una leve risa, me dijo que era precioso yo asentí, valió la pena estar aquí desde la mañana aunque casi nos roban unas Hierbas que andan por si solas, entonces observe como Free sacaba un cuaderno y unos utensilios para dibujar, pasado un tiempo dibujando Free dice que este atardecer le encanta que es muy romántico.

Si la verdad, ojala hubiera podido traer a Aira a ver este atardecer conmigo, seguro que le hubiera encantado-dije con una leve sonrisa, en el fondo estaba bastante triste por no haber traído a Aira conmigo de vacaciones, ella paso por lo mismo que yo por lo que seguro que le hubiera gustado la idea de hacer una excursión por tierra de su raza en parte, gire mi cabeza para observar al sol poniéndose, ya empezaba el sol a ocultarse por detrás de algunos árboles, parecía que estaba entrando en el mar, era realmente precioso.

Alby dice que tengo razón y que le hubiera gustado traer a Aira a ver el atardecer, que le habría encantado.
Acabo de dar los últimos retoques al cuadro. Lo bueno que tiene tantos años de práctica: al final, lo haces rápido y te queda fantástico.
-¡Terminado!-exclamé, claramente contenta.
Entonces me levanté y me senté al lado de Alby, con el cuadro aún en la mano.
-Una pena que la gente no suba aquí para ver esto. Se pierden una cosa hermosa ¿no crees?-pregunto, mientras dejo que los rayos del sol que está a punto de ocultarse bañen mi pálida piel.-Ah, por cierto, la próxima vez que te dirijas a mí, quita el señorita que dices siempre antes de mi nombre, por favor- le pido, con una sonrisa.

Tras varios minutos Free dijo que había terminado el cuadro, se levanto, se acerco y se sentó a mi lado con el cuadro en la mano, me gire para ver el buen cuadro que me estaba mostrando, me había dibujado sentado observando el atardecer, la verdad es que se le daba bastante bien el dibujo, se notaba que tenía experiencia dibujando.

Entonces ella me dijo que una pena que la gente no suba para ver esto, se pierden una cosa hermosa ¿no crees? Yo asentí mientras observaba como ya empezaba a verse poco del sol, entonces me dijo que la próxima vez que me dirija a ella que quitara el señorita que decía siempre por favor.

Si usted lo desea su señoría Doncella del Bosque… es broma, por cierto, ya que ya se a puesto el sol por lo que venía aquí, he oído que han descubierto un nuevo mundo ¿te apetecería acompañarme para ver ese mundo del que tanto se habla? –dije observando donde antes estaba el sol ahora empezaba a extenderse la oscuridad y el manto de las estrellas y el reino de la luna.

Alby me llamó señoría Doncella del Bosque. Lo único que hice fue fulminarle con la mirada, aunque me dijo que era broma.Más le valía...
Me dijo que habían descubierto un mundo nuevo, y que si quería acompañarle.
-¿mundo nuevo? Me suena a ventura y a desconocido. Iré encantada-sonreí, mientras me ponía en pie y guardaba el cuaderno donde había dibujado con las pinturas.
Observé el paisaje. El sol ya no se veía y el manto de oscuridad de la noche empezaba a caer sobre nosotros.
-Se va a hacer de noche pronto...Es mejor que nos demos prisa-dije, observando el cielo-no me gustaría ir a un mundo desconocido de noche.
Cogí mi bolsa y me la cargué al hombro, esperando a Alby.
-¿y sabes donde está el portal?-pregunté-De algún modo tendremos que ir

Free se mosqueo bastante cuando la llamé por otra forma más de nobleza, parecía que no le gustaba pues me fulmino con la mirada, yo reí un poco ella decía que un mundo nuevo le sonaba a aventura y a desconocido, se levanto para a continuación ponerse a guardar las cosas, yo me levante y me asegure de que mi mochila no la habían vuelto a robar las Hierbas andarinas.

Entonces Free dijo que debíamos darnos prisa que no quería ir a un mundo desconocido en la noche, entonces fue cuando pasado un tiempo me pregunto si sabia donde estaba el portal pues de algún modo tendríamos que ir, yo asentí y desenfunde mi báculo.

Free, esta ante usted un mago blanco experto en la magia, un portal será un sencillo hechizo para mí-dije mientras alzaba el báculo que se le ilumino el cristal que estaba en la parte superior y lo baje dando un pequeño golpe en la tierra, tras eso una luz apareció ante nosotros y empezó a expandirse hasta tener el tamaño de dos personas-por aquí.

Entonces atravesé el portal...

DEJO POST

Cuando le pregunté por el portal, Alby asintió y sacó un báculo. Supongo que será suyo.
Me dijo que estaba ante un mago blanco experto en magia, y que realizar un portal sería un fácil hechizo.
-Me postro ante usted, gran mago-digo a broma, mientras hago una reverencia burlona.
¿Que si le creía? Claro que sí. pero no pude evitar hacer lo que hice.
El cristal del báculo se iluminó y lo bajó dando un golpecito en la tierra.
Entonces una luz empezó a porfarme hasta formar un lugar donde cabían dos personas. ME tapé momentaneamente los ojos con el brazo, dado que la luz me deslumbró unos momentos. Ví como Alby atravesaba el portal.
Yo no me quedaría atrás, así que también atravesé el portal, dejando el mundo del que provengo.

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